La Navidad es una fiesta de armonía y paz, es una invitación a compartir, amar, ser solidario, y a transmitir esa felicidad al dar a los demás. Es una fiesta para recibir a Cristo en nuestros corazones, es recordar que a Él, por Él y para Él es el festejo.
La Navidad trae consigo la palabra solidaridad, en la actualidad, está muy bien aceptada socialmente y potenciada por aquellas personas que sienten en sus vidas que hay que hacer algo en bien del resto de la humanidad que vive en ínfimas condiciones o que necesitan lo más básico y no lo tienen. Lo importante no es demostrar que se es solidario, sino serlo sin necesidad de demostrarlo.
La Navidad trae consigo la palabra solidaridad, en la actualidad, está muy bien aceptada socialmente y potenciada por aquellas personas que sienten en sus vidas que hay que hacer algo en bien del resto de la humanidad que vive en ínfimas condiciones o que necesitan lo más básico y no lo tienen. Lo importante no es demostrar que se es solidario, sino serlo sin necesidad de demostrarlo.
Los cristianos nos sumamos también a esta solidaridad y a estas acciones que se van dando, pero realmente de lo que hemos de hablar es de fraternidad, porque cuando pensamos en solidaridad aparecen en nuestras cabezas imágenes de extrema pobreza un tanto externas, pero hemos de darnos cuenta que es mas importante la fraternidad, porque no es solo cuestión de dar dinero, hay que aprender a vivir en lo cotidiano con los ojos bien abiertos y los oídos atentos hacia lo mas cercano; hay que mirar con el corazón. Sentir y vivir la cotidianidad como fraternidad haciéndote presente en sus problemas, es también un gesto de “solidaridad”. Este tipo de “solidaridad” es más difícil, pero es más cercana, tiene rostros que podemos identificarlos.
Bajo la idea de que "la Navidad no es verdadera si no se vive con espíritu solidario", iniciamos una campaña que tendrá como principal propósito paliar en lo posible la situación de escasez en la que se encuentra uno de los colectivos hacia los que mas nos sentimos vinculados, no solo emotivamente, sino por el compromiso que como cristianos tenemos hacia la congregación de religiosas clarisas del convento de Santa Clara, nuestras queridas monjitas.
Aprovechando la masiva afluencia de hermanos a nuestro tradicional desayuno del día de Nochebuena en la Casa de Hermandad, pondremos en marcha una campaña de recogida de alimentos y donativos "Pro-Monjitas de Santa Clara", dado la carencia tan extrema a la que se ven acuciadas por la falta de medios económicos debido a la avanzada edad de la mayoría de las mismas, lo que les impide desarrollar la que hasta hace poco era su única fuente de ingresos, la elaboración de dulces, viviendo practicamente de las pocas aportaciones particulares que obtienen.
Durante el desayuno procederemos a recoger todo tipo de alimentos, preferiblemente no perecederos, así como aportaciones económicas de todos los hermanos y personas que nos quieran acompañar durante la mañana del día 24 de Diciembre en nuestra Casa de Hermandad.
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